Se usa cuando alguien te pide plata o cualquier cosa prestada y tú ya sabes que eso no va a volver ni en figuritas. Es como un préstamo fantasma, que sale volando y desaparece para siempre. Es medio chistoso decirlo, pero también duele, porque uno no es banco central ni ONG, aunque a veces parezca.
"Ahí viene el Juanito otra vez, fijo me va a pedir otro préstamo al vuelo y después se hace humo, ni un WhatsApp me dejó la última vez el caradura ese."