En Misiones, un recuerdo no es solo una memoria, es ese almuerzo o asado eterno que arranca tranqui y termina en sobremesa kilométrica. Después del plato principal se arma la ronda de mates, chistes, chamuyos y anécdotas familiares que se repiten hace veinte años. Es como un ritual dominguero, y la verdad es que tiene su encanto fiestero.
"Che, el domingo venite temprano al recuerdo en lo de la abuela, que arrancamos con el asado al mediodía y seguro terminamos mateando y chamuyando hasta cualquier hora."