Se dice cuando algo la rompe durísimo, sale brutal y deja a todo el mundo con la boca abierta. Es como “la partiste” o “te luciste”, pero con sabor bien venezolano. Sirve para una presentación, un partido, una fiesta o cualquier cosa que te quede redonda. Y sí, suena exagerado, pero esa es la gracia.
"Chamo, esa presentación te quedó fina, rompiste patas durísimo y el jefe se fue hablando de ti todo el día."