En el Quindío, cuando alguien dice que van a darse una rueda, no están hablando de una llanta sino de salir a dar una vuelta tranquila por el pueblo. Es caminar sin afán, chismosear, saludar a medio mundo y ponerse al día con los cuentos del barrio. Plan dominguero total, y la verdad es que tiene su encanto.
"¿Qué, pues? Almorzamos, nos tomamos un tintico y nos vamos a dar una rueda por la plaza a ver con qué chisme nuevo sale doña Marta."