En Tamaulipas se dice con ironía y cariño para hablar del solazo y el calorón que pega duro, sobre todo al mediodía. Suena tierno, pero en realidad es una advertencia: si te confías, terminas sudando como pollo rostizado. Se usa mucho para quejarse, bromear y avisar que afuera está insoportable.

"No hombre, ni te asomes, está el solecito bien bravo. Salí por las tortillas y regresé sudando, como si me hubieran puesto en el comal."

En Antioquia se usa para hablar de un plan tranqui al aire libre, de esos de sentarse a coger sol, parchar sin afán y dejar que el día pase sabroso. Puede ser en la finca, en el balcón o donde pegue rico. No es nada profundo, pero cuando uno dice solecito, ya suena a descanso.

"Parcero, deje el corre corre. Caiga a la finca que hoy es de solecito, hamaca, musiquita y unas polas bien frías, sin afán."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!