Se usa para decir que alguien llamó muchísimo la atención, como cuando suena la campana de un bodegón y todo el mundo voltea. Puede ser por la ropa, por cómo habla o por alguna locura que hizo. Es muy de pueblo, muy sabrosa, y la verdad es que tiene su gracia cuando la sueltas en el chisme.
"Chamo, llegó la Yulimar al liceo con esos tacones rojos y el maquillaje todo brilloso y sonó como campana de bodegón, todo el mundo se quedó viéndola."