En Río Negro se le dice sopera a la persona chismosa que vive pendiente de la vida ajena y se entera de todo antes que nadie. Es esa vecina o vecino que parece tener micrófonos en el pasillo y satélite propio. No se le escapa ni el perro nuevo del vecino, y hay que admitir que a veces suelta cada novela que entretiene.
"Che, cuidado con la doña Rosa, es re sopera, contaste que cortaste con tu ex y a los diez minutos ya lo sabía hasta el chino de la esquina."