Se dice para soltar que una cosa u otra te dan igual, que vienen a ser lo mismo o que no merece la pena ponerse tiquismiquis con la diferencia. Suena un pelín clásica y tiene rollo histórico, pero en la calle se usa como un “me da igual” con aire de refrán. Y queda fino, la verdad.
"¿Peli o serie? Tanto monta, pon lo que sea, pero que no sea de llorar, que vengo reventado y quiero sofá y manta."