Se usa para bajarle el drama a alguien que está dándole mil vueltas a una tontera. Es como decir que está exagerando por un detalle mínimo y que mejor se relaje. Sirve para cortar la queja eterna y recordar que la vida sigue igual aunque ese problema salga mal. Y hay que admitir que suena bien sabroso.
"Oye, tanto que tanto por la mancha en la polera, si igual vamos a terminar todos curaos bailando reggaetón en la fonda."