Se usa cuando alguien está mirando algo con mucha atención, casi hipnotizado, como cuando te quedas pegado frente a un mural o un paisaje brutal. Es observar y evaluar, pero con calma y medio embobado. En Aysén se entiende perfecto, porque con tanto cerro y lago uno vive tasando el mural todo el día.
"Oye, apúrate, llevai veinte minutos tasando el mural del cerro y todavía ni partimos pa' la caminata al glaciar, si hasta el chofer se aburrió de esperarnos."