Se usa para decir que alguien está a nada de explotar de bronca, como olla al fuego que ya empieza a hacer burbujitas. No es que ya se descontroló, pero le falta un empujoncito y vuela todo por los aires. Es muy de cuando ves a alguien callado, con cara de pocos amigos, y sabés que en cualquier momento larga todo.
"No le digas nada a la tía Marta de la herencia, que ya tiene el agua por hervir y como le tires una más te vuela la cabeza con el repasador"