Expresión muy usada en el Tolima para hablar de alguien que está súper pendiente de todo, sobre todo de chismes ajenos. Es como decir que la persona tiene las antenas listas para pillar cualquier murmullo, así esté al otro lado de la cuadra. A veces se dice con cariño, pero también puede ser medio venenito, según el tono.
"No suelte el cuento del jefe todavía que ahí está doña Marta con la oreja parada, y donde escuche un poquito mañana ya lo sabe hasta el del carrito de empanadas."