Apodo cariñoso y un poco vacilón para el colega de la cuadrilla que siempre mete los pintxos al microondas antes de comer, aunque estén recién hechos y en su punto. Es el típico que no se fía de la temperatura y lo recalienta todo. Da rabia, pero también hace gracia y ya se ha quedado con la fama.
"Aupa txoko-mikro, deja el micro ya, que el pintxo de tortilla está más caliente que la grada de San Mamés en derbi contra la Real."