Se usa para hablar de esa persona que siempre liga algo de suerte sin buscarla, como si tuviera un imán para las buenas rachas. Le caen asados, viajes, premios y hasta billetes en la vereda. No es que sea genio, es que la vida lo mima. Y obvio, da un poquito de envidia sana.
"Che, el venturita de Juan se ganó la rifa del lechón, le invitaron un asado y encima ligó franco el viernes, todo en la misma semana."