Se le dice a alguien que vive relajado, sin apuro y sin matarse trabajando, como si su deporte oficial fuera echarse en la hamaca y disfrutar. Puede sonar cariñoso o medio envidioso, según el tono. Es el típico que siempre está en modo descanso y encima le sale bien la jugada.
"Mira al Cheo, otra vez en la hamaca con una malta y el ventilador a tope. Ese pana sí es un vidasito, vive sabroso y ni se despeina."