Joya

En Guárico decir que algo está joya es soltarle un sello de calidad. Significa que está buenísimo, que quedó brutal o que salió redondito, ya sea una comida, un plan o hasta una canción. Es un piropo sencillo pero contundente, de esos que te dejan claro que eso está nivel Dios.

"Mano, ese dulce de lechosa que hizo la abuela está joya, compadre. Me serví dos veces y todavía ando buscando la olla pa' rasparle lo último."

Vidasito

Se le dice a alguien que vive relajado, sin apuro y sin matarse trabajando, como si su deporte oficial fuera echarse en la hamaca y disfrutar. Puede sonar cariñoso o medio envidioso, según el tono. Es el típico que siempre está en modo descanso y encima le sale bien la jugada.

"Mira al Cheo, otra vez en la hamaca con una malta y el ventilador a tope. Ese pana sí es un vidasito, vive sabroso y ni se despeina."

Jala-jalu

Se dice cuando alguien está en el jueguito de sí pero no, haciendo las cosas a medias o sin decidirse. Es como estar jalando para un lado y para el otro, sin comprometerse con nada. Sirve para cortar la indecisión y pedir que se definan de una vez. En Guárico suena bien criollo y medio fastidioso.

"Chamo, deja el jala-jalu y decide ya, ¿vas pa' la fiesta o te quedas pegado en la casa? Que el carro se va y no te vamos a esperar."

Echar muela

Se dice cuando te pones a hablar y hablar, echando cuento sin prisa y casi sin objetivo, solo por pasar el rato. Es esa charla larga que se arma en la acera, en la plaza o en la puerta de la casa, a veces con chisme incluido. No es trabajar, es socializar a punta de lengua. Y sí, engancha.

"Nos quedamos en la plaza echando muela, echando cuento y chismeando, y cuando nos dimos cuenta ya era de madrugada y ni habíamos cenado."

Echarse una escapadita al llano

Se dice cuando te vas un par de días pa' los llanos a desconectar del corre corre de la ciudad. Es plan de aire limpio, atardecer rojito, hamaca, cafecito y hablar paja con los panas sin apuro. No es un viaje fancy, es más bien recargar batería con sabor llanero. Y sí, provoca durísimo.

"Estoy mamado de la oficina, así que este finde me echo una escapadita al llano con los panas: chinchorro, carne en vara y cero estrés, mi pana."

Abombao

En Guárico se dice abombao para hablar de alguien que anda todo ido, como aturdido, lento o medio bobo, que no se entera de nada de lo que pasa a su alrededor. Puede ser porque está distraído, trasnochado o simplemente porque es así de despistado. A veces suena cariñoso, pero también puede ser medio burla, según el tono.

"Chamo, el Luis anda tan abombao que se montó en el bus pa' San Juan cuando tenía que ir pa' Calabozo, y todavía pregunta que por qué hace tanto calor."

Voltear la tórtola

Se dice cuando alguien le da la vuelta a la situación y cambia el rumbo de golpe, sobre todo después de una racha mala. Es como pasar de estar salado a que por fin te sonría la cosa. También vale para decisiones valientes, tipo cortar con lo de siempre y arrancar de cero. Suena bien llanero y con esperanza.

"El pana estaba pelando bola desde enero, pero volteó la tórtola, se consiguió un trabajito y ahora hasta invita unas birras en la plaza."

Estar en la buena

Cuando alguien está viviendo a lo grande, disfrutando de la vida al máximo, sin preocupaciones y con mucho estilo.

"Mira a Carlos allá celebrando su cumple con toda la gente, ¡ese muchacho sí que está en la buena!"

Echarle hoja

Expresión llanera para cuando alguien se infla solo, se adorna demasiado o exagera lo que hizo. Es como que le mete decoración barata a la historia para quedar como el más crack del grupo. Se usa mucho para bajarle el ego a la gente que presume de más, y la verdad es que suena bastante sabroso.

"No le pares a Carlos, ese siempre le echa hoja a todo. Ayer dijo que cruzó el río a nado y seguro apenas se mojó los tobillos en la orilla con una birra en la mano."

Fino fino

Se dice cuando algo quedó de primera, bien hecho y con calidad, como para sacarle pecho. Es repetir “fino” para subirle el volumen al halago, muy de conversación cotidiana. Vale para comida, ropa, un trabajo o hasta un plan que salió redondito. Si te lo sueltan, es que la rompiste, así de simple.

"Epa, ese sancocho te quedó fino fino, mi pana. Échale más ajicero y nos vamos pa'l río, que hoy sí se come como rey."

Vacilar

En Guárico y en buena parte de Venezuela, vacilar es echar broma, joder un rato y tomarse la vida con calma. Puede ser vacilar a alguien (picarlo, fastidiarlo en plan juego) o vacilar por ahí con panas, o sea, salir a dar una vuelta sin tanto drama. Ojo, que no siempre es mala intención.

"Deja la ladilla, vale. Vamos a vacilar un rato en la plaza con los panas, nos comemos una empanada y después vemos si hacemos el trabajo, si es que nos provoca."

Sacar la leche

Usado para describir el acto de exprimirle todo lo posible a una situación o recurso, casi estrujándolo hasta dejarlo seco. ¡Venezolanos ingeniosos en acción!

"Josué siempre sabe cómo sacar la leche a las ofertas del mercado; por eso su nevera parece un hotel cinco estrellas."

buchonazo

Se le dice al que se pone de bocón a lo grande: habla duro, se agranda, promete vainas imposibles y arma show, casi siempre con unos tragos encima. Es como un “buchón” pero en modo exagerado, de esos que se creen el más bravo y al rato andan pidiendo cacao. Tiene su gracia, pero cansa rápido.

"Pana, deja el buchonazo: te tomaste tres rones y ya andas diciendo que vas a pagar la cuenta de todos, y ni el taxi tienes pa' devolverte."

Jumear

Verbo bien llanero para decir que te vas de parranda a rumbear duro, sin mirar el reloj y con cero respeto por el sueño. Es salir a beber, bailar, echar cuento y alargar la noche hasta que cante el gallo. Si alguien dice que va a jumear, olvídate, vuelve cuando ya haya sol.

"Nos fuimos a jumear en Calabozo, empezamos con unas frías y terminamos bailando hasta que salió el sol, con la voz ronca y el celular sin batería."

Echarse pa' los lados

Se usa cuando alguien se hace el loco para no asumir una responsabilidad o un compromiso, como quien ve el problema venir y se corre discretamente para que le pase por un lado. Es muy de pana que promete ayudar y al final se esfuma con cualquier cuento barato. Y hay que admitir que a veces las excusas son tan creativas que hasta dan risa.

"Le pedí al pana que me ayudara con la mudanza y el tipo se echó pa' los lados, salió con que justo tenía que bañar al perro y acompañar a la abuela al mercado al mismo tiempo."

Mijerío

En Guárico y por el llano se dice cuando te agarra una arrechera de esas que explotan de golpe porque alguien te colmó la paciencia. Es un enojo bravo, medio escandaloso, pero suele durar poquito, como un chaparrón: sueltas la rabia, resoplas y ya. Muy de rancho, de fogón y de vida llanera.

"Cuando el pana me apagó el fogón “pa’ ayudar”, me dio un mijerío que casi boto la olla, pero a los cinco minutos ya estaba riéndome con un cafecito."

Rigidear

Verbo bien llanero para cuando alguien se pone tieso, serio o demasiado correcto en un plan que debería ser relajado. Es como hacerse el importante o el amargado justo cuando la cosa está sabrosa. Vamos, que te falta soltarte un pelo y dejar la rigidez para la oficina.

"No rigidees, compadre, suelta esa cara de foto carnet y ven pa' acá a bailar joropo, que esto no es un velorio."

Joropo en la casa

Se dice cuando en una casa se armó una rumba de las buenas, con música a todo volumen, baile y ambiente llanero. La idea es que la fiesta está tan prendida que parece un joropo de verdad, con zapateo y griterío incluido. Muy de los Llanos, y si no hay vecinos quejándose, es que faltó candela.

"Anoche se armó joropo en la casa, pana: pusieron arpa y cuatro, cayó medio barrio y hasta la abuela se lanzó un zapateo en la sala."

Hacer una patilla

Se dice cuando alguien hace algo a la carrera y medio chambón, sin cuidado ni detalle, solo para salir del paso. Es como resolver por resolver, dejando el trabajo a medias o mal hecho. En Guárico suena bien criollo, y si te lo dicen, ojo, porque te están cantando que eso quedó regular tirando a feo.

"Le pedí al pana que pintara el portón y lo que hizo fue una patilla, quedó chorreado y con manchas por todos lados."

Quedarse como pajarito en grama

Dicho llanero para cuando alguien se queda dormido al instante y bien profundo, sin enterarse de nada. La imagen es clarita: un pajarito tirado en la grama, tranquilo, confiado y sin preocupaciones. Se usa mucho después de una jornada dura, una comilona o un viaje largo. Suena tierno, pero te deja en evidencia.

"Chamo, apenas me senté a ver la novela y me quedé como pajarito en grama, con el control en la mano y todo. Mi mamá me despertó y yo ni sabía en qué día estaba."

Muñeco de monte

Dicho burlón para llamar a alguien bien despistado o medio bobo, de esos que andan perdidos aunque estén en su propio terreno. También se usa para el que es ingenuo y se deja llevar fácil. Suena a campo, a monte y a vacilón llanero. No es insulto pesado, más bien una cargadera.

"Chamo, le dijeron que la reunión era en la plaza y se fue pa’ la cancha. Ese pana es un muñeco de monte, vale, siempre anda en la luna."

Caramelo de río

Se le dice a alguien que se ve bien dulce, amable y de confianza, pero que por debajo puede ser peligroso, traicionero o medio mañoso. Como el río que se ve tranquilo y de repente te jala la corriente. Es un aviso con humor: no te dejes llevar por la carita de yo no fui.

"No te confíes con ese pana, es un caramelo de río: te cae fino, te habla bonito y cuando te descuidas ya te dejó sin el cargador."

Partir plancha

Se dice cuando alguien sale disparado de un sitio, a toda velocidad, casi que huyendo. Es como “picar los cabos” o “salir escoñetado”, pero con ese toque de que te fuiste tan rápido que pareciera que partiste el piso. Se usa mucho en tono de chiste cuando alguien se asusta o le da pena y se va.

"Apenas el pana gritó “¡llegó la policía!”, el Luis agarró su bolso y partió plancha, ni se despidió ni nada, qué vaina."

Oler a zamuros

Dicho bien criollo para soltarle a alguien que huele fatal, como a sudor rancio o a ropa mojada guardada. La idea es que apesta tanto que parece que trae zamuros pegados encima. Se usa en broma o para regañar con confianza, porque suena fuerte y da risa, pero pica.

"Mi pana, báñate y cambia esa franela, que desde la rumba vienes oliendo a zamuros y ni el ventilador te salva."

Echarse un quince y raya

Dicho venezolano para cuando te vas a tirar un descansito express, tipo una siesta corta de 15 minutos, normalmente después de comer o cuando el cuerpo ya no da más. Es como decir me desconecto un ratico y vuelvo. Suena a plan inocente, pero a veces ese quince se convierte en una hora sin avisar.

"No me hablen ahorita, pana: me metí dos platos de pabellón y voy a echarme un quince y raya, que si no me apago en la silla."

Echarse un puñal

Dicho llanero para cuando te metes una comilona seria, de esas que te dejan sudando y con ganas de siesta. Se usa después de un plato bien contundente, tipo sancocho, carne en vara o arroz con todo. Vamos, que no comiste, te reventaste a gusto. Y sí, da orgullo decirlo.

"Mano, ese sancocho quedó criminal. Me eché un puñal y ahora no me muevo ni pa' espantar zancudos, puro modo hamaca."

Mandarse una huida

Se dice cuando alguien sale disparado a escapar, normalmente porque la cosa se puso fea o porque hizo alguna travesura y no quiere dar la cara. Es como pegarse la fuga, pero con sabor llanero. Suele usarse en tono de chiste, como cuando te pillan en plena cagada y toca correr.

"El chamo se robó una arepa del budare y cuando la doña gritó, se mandó una huida pa' la calle, más rápido que moto sin silenciador."

Estar pelao

Se dice cuando estás sin un duro, sin real, pelando bolas. Vamos, que andas más quebrado que piñata después de una fiesta infantil y no te alcanza ni pa' un cafecito. Es súper común en Venezuela para admitir la pela sin drama, a veces hasta con humor, aunque duela.

"Chamo, este mes estoy pelao, me tocó almorzar arepa sola y pedirle fiado al chino hasta que caiga la quincena."

Arenosear

En Guárico se usa para hablar de armar bulla, meterle sabor al ambiente y poner todo patas arriba con risas, chistes y música. Es cuando la gente empieza tranquila y de repente se forma el desorden sabroso sin que nadie sepa quién lo prendió. No es problema serio, es puro relajo, puro bochinche del bueno, y la verdad es que contagia bastante.

"Llegamos a la casa de la tía y estaba todo apagado, pero empezamos a arenosear con la corneta, el dominó y los cuentos y al rato ya medio barrio estaba metido en la parrilla."

Huachafita

En Guárico se usa huachafita para hablar de una mezcla medio loca de cosas que no pegan mucho entre sí, pero que igual terminan funcionando o al menos hacen gracia. Puede ser comida, ropa, decoración o hasta un plan improvisado con los panas. Es como un desorden creativo que, contra todo pronóstico, no sale tan mal. Y la verdad, tiene su encanto.

"Chamo, la fiesta de anoche fue una huachafita total: reguetón con llaneras, ponche crema caliente, luces navideñas en agosto y el vecino bailando en medias en plena calle."

Azúcar pa'l guarapo

Se dice cuando alguien le mete el toque final que remata algo y lo deja redondo, como ponerle el detalle que faltaba. También vale para cuando aparece una solución que arregla el lío de una y te salva el día. Es bien llanera y tiene ese sabor de campo que entra suavecito.

"Estábamos pelando con la fiesta y llegó Mariela con hielo, música y una corneta. Azúcar pa'l guarapo, quedó fino y todo el mundo bailando."

Perroneo

Forma bien intensa de bailar reggaetón pegadito, con mucho movimiento de cadera y cero timidez. Suele ir con coqueteo descarado en la pista, como diciendo aquí hay química y se nota. En Guárico lo sueltan cuando alguien se pone a perrear con ganas y arma show. No es para bailar finito, pues.

"Chamo, en la rumba Juan se lanzó un perroneo con María y todo el mundo quedó mirando. La música durísima, la pista prendida y el pana sin frenos."

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