Se dice cuando alguien le da la vuelta a la situación y cambia el rumbo de golpe, sobre todo después de una racha mala. Es como pasar de estar salado a que por fin te sonría la cosa. También vale para decisiones valientes, tipo cortar con lo de siempre y arrancar de cero. Suena bien llanero y con esperanza.
"El pana estaba pelando bola desde enero, pero volteó la tórtola, se consiguió un trabajito y ahora hasta invita unas birras en la plaza."