En Guárico se usa para hablar de armar bulla, meterle sabor al ambiente y poner todo patas arriba con risas, chistes y música. Es cuando la gente empieza tranquila y de repente se forma el desorden sabroso sin que nadie sepa quién lo prendió. No es problema serio, es puro relajo, puro bochinche del bueno, y la verdad es que contagia bastante.
"Llegamos a la casa de la tía y estaba todo apagado, pero empezamos a arenosear con la corneta, el dominó y los cuentos y al rato ya medio barrio estaba metido en la parrilla."