En Guárico decir que algo está joya es soltarle un sello de calidad. Significa que está buenísimo, que quedó brutal o que salió redondito, ya sea una comida, un plan o hasta una canción. Es un piropo sencillo pero contundente, de esos que te dejan claro que eso está nivel Dios.
"Mano, ese dulce de lechosa que hizo la abuela está joya, compadre. Me serví dos veces y todavía ando buscando la olla pa' rasparle lo último."
En Loreto decir que algo está joya es soltar que está buenazo, que salió redondo o que está de primera. Vale para comida, planes, gente o cualquier cosa que te dejó feliz. Es como decir genial o de lujo, pero con sabor amazónico. Y sí, suena a cumplido fino aunque estés en short y sandalias.
"Causa, ese ceviche de paiche está joya. Ya fue, nos vamos al malecón con su chela y de paso compramos juane, porque hoy día pinta bravazo."
En Navarra llamamos joya a esa persona que en teoría es un sol, muy maja y de confianza, pero siempre va con alguna jugada rara preparada. Es un piropo con veneno, como decir que es un crack pero un poco trilero. Se usa mucho entre cuadrillas para vacilar con cariño, aunque a veces pique un pelín.
"Mira al Iñaki, qué joya, ha llegado tarde, sin pagar peaje y encima quiere que le invitemos a las cañas en lo viejo"
En Risaralda se usa joya para decir que algo o alguien está brutal, muy bien hecho o que destaca un montón. Es como decir que es una chimba, que quedó perfecto y da hasta envidia. Se puede usar para ropa, planes, personas o lo que sea que esté muy top. Y la verdad suena bien sabroso.
"Parce, vio el mural que pintó la Mona en el barrio Cuba, quedó una joya, todo el mundo se está tomando fotos ahí"
Palabra mágica que se usa para decir que todo está perfecto, sin dramas, como vinito fresco después de un asado.
"Che, vamos al cine esta noche. ¿Te parece bien? —¡Joya! Ahí caigo."
En Hidalgo se usa para decir que alguien viene demasiado arreglado, muy fifí o derechito de evento elegante, y por eso se ve rarísimo en el contexto. Es como cuando caes a la carnita asada con saco y corbata, o te presentas a la cascarita con zapatos boleados. No es insulto directo, pero sí trae su buena carrilla incluida.
"No manches, llegó el Chuy en camisa planchada y zapatos brillosos a la reta en la cancha, bien joya el vato, hasta parece que se escapó de una boda."