En Sucre se usa para hablar de alguien que está todo alterado, medio loco de la emoción o del estrés, como si tuviera la cabeza hirviendo. Puede ser porque viene corriendo, porque se montó un drama en la mente o porque se embaló de más con algo. No siempre es literal de calor, es más bien de estar pasado de vueltas.
"Hermano, cálmate, estás todo acalorado por esa fiesta y ni han puesto la música todavía, parece que te hubieras metido tres tintos cargados."