Se dice cuando vas contentillo de alcohol, con el punto pillado pero sin llegar al drama de ir doblado. Vas alegre, se te traba un poco la lengua y te crees el rey de la pista aunque bailes fatal. Es ese limbo raro entre estar sobrio y acabar hablando con las farolas, y la verdad es que tiene su encanto.
"Tú anoche ibas tan achispao en la feria de Murcia que le pediste un kebab al guardia de seguridad y encima le diste las gracias, primo."
Se dice de alguien que va alegre con el alcohol, con el puntillo justo para hablar más de la cuenta y reírse por todo, pero sin ir dando tumbos todavía. Es ese momento glorioso en el que el vino ya ha hecho efecto y te crees el rey de la verbena. Y hay que admitir que tiene su encanto.
"Entre los vinos de la peña y los chupitos del bar de la plaza, acabé tan achispao que le declaré mi amor hasta al DJ de las verbenas."