Frase muy moqueguana que se usa para decir vamos o sigamos, pero con un empujoncito de ánimo para espantar la flojera. Es como meterle gasolina a la motivación del grupo y que nadie se haga el loco. Suena cariñosa, cercana y un poquito mandona, pero en buen plan, y la verdad es que contagia bastante.
"Oye, mañana tenemos que subir ese cerro tempranito, así que nada de hacerse el muertito, ¡adelante pues! Que después no estés llorando por las fotos en la cima."