Se usa para decir que alguien anda bien perdido, todo confundido, como con mil cosas en la cabeza y sin agarrar una sola. Es esa banda que va por la vida sin saber qué hace, ni a dónde va, ni qué sigue. Básicamente, trae el cerebro hecho nudo y se le nota cañón, aunque a veces hasta da risa.
"Desde que Juan empezó el nuevo jale, anda a las treinta, se le olvida la lonche, llega tarde y hasta le dice lic a la señora de la limpieza."
Expresión utilizada cuando una situación o persona está completamente fuera de control, como cuando el viento arrecia en el puerto y todo vuela sin rumbo.
"Anoche fui al carrete en la playa y te juro que la cosa andaba a las treinta, ¡nadie sabía qué estaba pasando!"