En Durango se dice andar aullando cuando alguien anda bien prendido, súper emocionado o hasta medio pasado de copas, haciendo ruido por todos lados. Es como estar tan feliz o tan eufórico que nomás no se puede quedar callado. A veces suena chistoso, a veces da pena ajena, pero la neta tiene su encanto.
"Desde que le dijeron que le van a dar aumento, el Chuy anda aullando por toda la oficina, ya hasta anda invitando caguamas fiadas en la tiendita de la esquina."