Dicho muy del norte para cuando alguien anda gastando a lo loco, como si trajera la cartera sin fondo o el dinero le cayera del cielo. Se usa para señalar que trae racha de derroche, de invitar, comprar y tirar la casa por la ventana. Suena medio de carrilla, pero también con envidia sana.
"No hombre, el Beto anda de lote: ayer pagó la cuenta de todos y hoy cayó con hielera llena y carne pa’ la carnita asada."