Dicho bien temuquense para mandarle a alguien que se vaya lejos y deje de webear, pero con humor y sin llegar al insulto directo. La gracia es que usa el cerro Ñielol, típico de Temuco, como destino imaginario tipo “ándate a la punta del cerro”. Suena pesado, pero suele ir en talla.
"Ya po, si vai a seguir alegando por la pizza con piña, ándate a la loma del Ñielol y déjanos comer tranquilos."