Inclinar la percha

Expresión usada en la Araucanía para decir que uno sale de carrete con todo el power, a bailar, tomar y pasarlo chancho hasta que amanezca. No es solo salir a dar una vuelta, es ir dispuesto a dejar la percha doblada de tanto mover el esqueleto. Suena medio raro, pero tiene su encanto bien sureño.

"Oye, hoy es viernes y me pagaron, así que nos vamos a inclinar la percha en el carrete del Pepe, después no andís llorando con caña el lunes en la pega."

Pasar el puente

Se dice en tono de talla cuando en una junta o carrete te pasas de copas y cruzas ese punto de no retorno. Ya no estás alegre nomás, estás medio doblado y haciendo cualquier cosa, pero con humor. Sirve para admitirlo sin drama, como diciendo: ya fue, me embalé y listo.

"En el asado con los cabros me tomé dos terremotos, pasé el puente y terminé cantando cueca arriba de la mesa, con el perro de público."

Andar a tinta

Se dice de alguien que anda medio perdido, despistado o funcionando a medias, como si el cerebro estuviera en modo ahorro y no le diera para mucho. Es esa vibra de ir sin rumbo, lento y con cara de no cachar una. No siempre es insulto, a veces es puro sueño o caña.

"El compadre anda a tinta desde temprano, fue a comprar pan y volvió con una escoba y dos limones, y ni cachó que salió con la polera al revés."

Pa' la lechuga

Se dice cuando alguien suelta algo rarísimo, fuera de lugar o que no pega ni con cola con la situación. Es como decir que el comentario se fue por las ramas y aterrizó en otro planeta. Muy útil para cortar el rollo a la gente que se pone creativa en el peor momento.

"Estábamos en la pega full serios y el compadre tiró un chiste pa' la lechuga de ovnis tomando mate, quedamos todos mirando como ¿qué onda?"

Andar de lauta

Se dice cuando alguien anda con plata y se nota, porque está gastando a lo grande, invitando, carreteando y tirando la casa por la ventana. No es que sea millonario, es más bien que anda suelto de billetera y con ganas de lucirse. Muy de después del sueldo, el aguinaldo o un golpe de suerte.

"Cobraron el aguinaldo y el Pedro anda de lauta, se fue al carrete y está invitando piscolas y completos como si no hubiera mañana."

Estar cagado de la risa

Se dice cuando alguien se está riendo a lo bestia, sin poder parar, hasta quedar doblado y con lágrimas. Es como “me estoy muriendo de la risa”, pero más bruto y bien de calle. En Chile suena súper natural en juntas con amigos, cuando alguien se manda una talla y deja a todos desarmados.

"El Pancho se mandó una talla tan ordinaria que quedamos cagados de la risa, llorando y sin aire, hasta que apareció la vecina a puro retarnos por el escándalo."

Peinar la gata

Se dice cuando te vas de carrete sin freno, con la idea de desordenarte rico y seguir hasta que amanezca. Implica fiesta larga, copete, baile y cero ganas de irse temprano. No es precisamente plan familiar, pero cuando sale, sale. Y sí, suena rarísimo, pero en la calle se entiende al tiro.

"El sábado nos fuimos a peinar la gata y terminamos a las seis, sin voz de tanto cantar, comiendo completos y esquivando a los pacos en la plaza."

Tener la mente llena de piñones

Se dice de alguien que anda disperso, en las nubes o dándole mil vueltas a tonteras, como si tuviera la cabeza ocupada con puras cosas chicas. Lo de los piñones guiña a la zona, donde sobran, y queda como una imagen bien gráfica. Suena medio en broma, pero a veces es un palito cariñoso.

"Ya po, compadre, enfócate un segundo, que llevai diez minutos mirando el mate. Tenís la mente llena de piñones y se te va la micro."

Estar estaquilado

Se dice cuando alguien queda pero que arde de rabia, así mal, a punto de reventar y mandar todo a la cresta. Es como estar picado, pero en modo volcán. Se usa harto en el sur de Chile, sobre todo si la persona se pone brígida y no hay quién la calme. Y sí, suena fuertecito.

"Le dije que el vecino le botó la reja y quedó estaquilado al tiro, rojo como tomate, echando chispas y jurando que iba a ir a encarar al compadre."

Andar a la raya

Se dice cuando andas justito de plata, al límite, contando las monedas para llegar a fin de mes. Es como ir caminando por la rayita sin pasarte, porque cualquier gasto te desarma el presupuesto. Muy de andar apretado y sin margen, pero con humor, porque si no, te da la chiripiorca.

"Este mes quedé andando a la raya, pagué el arriendo y listo, ahora puro pan con té y a mirar vitrinas no más."

Ándate a la loma del Ñielol

Dicho bien temuquense para mandarle a alguien que se vaya lejos y deje de webear, pero con humor y sin llegar al insulto directo. La gracia es que usa el cerro Ñielol, típico de Temuco, como destino imaginario tipo “ándate a la punta del cerro”. Suena pesado, pero suele ir en talla.

"Ya po, si vai a seguir alegando por la pizza con piña, ándate a la loma del Ñielol y déjanos comer tranquilos."

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