Se usa para hablar de algo rarísimo, casi imposible, como ver arena caliente en un lugar que suele ser frío y ventoso. Es una forma creativa de decir que algo no pega nada con el contexto y que está totalmente fuera de lugar. No es una expresión súper famosa, pero tiene su gracia y se entiende al vuelo.
"Que el profe llegue temprano un lunes después del asado del domingo es más raro que arena caliente en Tierra del Fuego, algo raro está pasando ahí"