Se usa para decirle a alguien que coma o disfrute sin miedo ni medida, sobre todo cuando hay un chingo de comida o bebida y todos andan en modo fiesta. Es como darle permiso para que se sirva con confianza, casi casi hasta reventar. Y la neta, tiene su encanto cuando ya traes hambre brutal.
"Oiga profe, la gelatina de vainilla sí quedó chida, ¿eh? Atásquese que es mole de olla, todavía hay refil de tlacoyos y la tía ya va por otra olla de arroz con leche."