En el Quindío se usa caneta para hablar del bolígrafo de toda la vida, pero con sabor cafetero y un poquito de estilo. Suena más bacano que decir solo esfero o bolígrafo, y le mete flow a la conversa. Es de esas palabras que uno suelta sin pensar y ya todo el mundo entiende la vibra, muy de la tierrita.
"Parce, présteme la caneta que voy a anotar el número de la nena esa que conocimos en el parche de anoche en la 14, antes de que se me borre del coco."