Se dice cuando alguien se las arregla como puede para salir de un quilombo, improvisando con lo que haya a mano. Puede ser con admiración si lo resolvió de una, o con ironía si fue puro chamuyo y quedó medio atado con alambre. Muy de taller, de campo y de apuro, bien argento.
"Se cortó la luz y el asado quedó a medias, pero el Nico agarró una linterna, dos cables y un alargue y se puso a cantar un tango para salvar la noche."