Se dice cuando hay mate a lo bestia, sin pausa y casi sin respirar. Puede ser porque están nerviosos, porque pinta charla larga o porque alguien no suelta la bombilla ni a palos. Es como decir que tomaron un montón, uno tras otro, hasta vaciar el termo. Ideal para juntadas eternas.
"En la previa del clásico, el Negro cebaba mate por un tubo y yo ya temblaba de tanta yerba. Cuando quisimos acordar, el termo quedó seco y la pava ni arrancó."