Dicho costeño para cuando por fin cierras un trato, amarras un negocio o dejas algo listo y acordado. Es como cuando el sancocho ya está en su punto y le pones la tapa para que termine de coger sabor. Se usa mucho en ventas, regateos y planes entre panas. Suena bien sabroso, la verdad.
"Ya, mi llave, no le demos más vueltas: me bajas cien mil y hoy mismo firmamos. Listo, cerramos el guiso y nos vamos por unas polas donde el Mono."