En Nariño le dicen chapetón al forastero, sobre todo al que viene de afuera y se nota a leguas: blanquito, con las mejillas rojas por el frío o la altura, medio desubicado y mirando todo como si fuera postal. No siempre es insulto, más bien una forma burlona de decir: este man no es de por aquí.
"Vea pues, ese chapetón anda con las cachetes colorados y preguntando por dónde queda la plaza, como si no hubiera visto montaña en la vida."
En Chile se usa para hablar de alguien cuico o pituco que se las da de elegante y con plata, pero que no cacha mucho la realidad de la gente común. A veces suena medio burlón, como diciendo que el tipo es más pinta que sustancia. Y hay que admitir que tiene su gracia cuando se usa con buena talla.
"Cacha al chapetón ese, llegó a la junta con chaqueta de marca y auto nuevo, pero no sabe ni tomar la micro sin perderse"