Apodo típico para los arequipeños, que puede sonar cariñoso o medio picón según el tono. Se asocia al orgullo arequipeño, a su forma particular de hablar y a su fama de buenos comelones. Si alguien te dice characato, puede ser abrazo o puyita, pero igual suena bien poderoso.
"Ese characato se ofendió porque le dije que la mejor comida está en Lima, casi me lanza un rocoto relleno a la cabeza"