En Cusco se le dice cheler a la persona que siempre está al acecho del chisme, parada en la puerta o en la esquina para escuchar qué pasa. Es el clásico vecino sapo que se entera de todo antes que nadie. No es un insulto brutal, pero sí va con su buena dosis de burla y cariño chismoso.
"Ya pues, cheler, deja de pegarte a la ventana de la vecina y ven a ayudar a pelar papas antes de que tu mamá te saque la mugre."