Se usa cuando vas bien confiado, con todo el flow y la buena vibra, y de la nada te pegas un madrazo y quedas todo estropeado. Puede ser un golpe físico o un bajón emocional que te deja bien ahí nomás. Es como si la vida te dijera que te relajes tantito, aunque a veces sí da risa.
"Iba bien chilo con mi tabla de surf, sintiéndome pro, hasta que una ola me chocorrompió contra las rocas y quedé todo raspado y haciendo el ridículo frente a todos."