Se usa para decir que alguien anda en pleno viaje, ya sea caminando por ahí sin rumbo fijo o volando en su mundo interior. Es como estar recorriendo el altiplano con la mente en otra galaxia, medio colgado pero tranquilo. Suena místico, pero también es la excusa perfecta para no hacerle caso a nadie.
"Desde que llegó a Puno, Alberto anda en ch'usay total, se va al lago, mira las montañas, se cuelga con la quena y ya ni se acuerda de contestar los mensajes."