Se dice cuando te pones a gastar plata en tonterías, caprichos o cosas que no sirven para nada. Es como ir con la billetera abierta y el cerebro en modo avión. En Iquitos suena bien de calle y con cariño, aunque también puede llevar su jalón de orejas si te pasas de impulsivo.
"Mano, fui a la feria a comprar arroz y terminé comprando huevadas: una linterna que canta, un llavero gigante y una hamaca mini. Mi vieja casi me bota de la casa."