En Chile, hacer la cimarra es faltar a clases a propósito y a escondidas, como irse de pinta. Cumplir la cimarra es hacerlo bien hecho, con plan, sin que te cachen y disfrutando el rato libre. No es solo arrancarse del colegio, es casi un arte callejero, aunque obvio que los profes no opinan lo mismo.
"Mañana cumplimos la cimarra, nos arrancamos del liceo, compramos completos en la esquina y nos vamos a tirar la talla todo el día en el parque, sin que el inspector se huela nada."