Se dice cuando alguien o algo la riega y termina de descontrolar una situación. Es como la gota que derrama el vaso, pero en versión bien salvadoreña: todo iba más o menos, y de repente pasa algo y se arma el relajo. Sirve para dramas, pleitos, chismes o cualquier cosa que se salga de control.
"La reunión iba tranquila, pero el jefe empezó a tirar indirectas y dio el gotazo. En dos minutos ya estaban todos alegando y el chero grabando para el grupo."