Expresión bien boricua para decir que alguien está comiendo con ganas, sin miedo y casi sin respirar. Es cuando le entra un hambre salvaje y arrasa con todo lo que hay en el plato, sin dejar ni la salsita. Suena a vacilón, pero también es medio halago, porque significa que la comida quedó brutal.
"Papi, le serví un arrocito con habichuelas y pernil a Carlitos y ese nene le dio al plato tan duro que hasta se limpió la bandeja con pan sobao."