Se usa cuando una situación se da vuelta de forma inesperada y alguien que iba perdiendo o mal parado termina ganando o quedando mejor. Es como cuando todo apuntaba a un final fome y de repente se revierte la cosa. Bien típica del sur, y hay que decir que suena bastante sabrosa la expresión.
"Todos pensaban que el Colo nos iba a pasar por encima, pero en el segundo tiempo les dimos vuelta la torta y salieron del estadio más callados que foto de carnet."