En el Quindío, una dobladita es ese antojo salvavidas de madrugada cuando ya llevas un par de guaros y el estómago empieza a protestar. Suele ser una arepa doblada, bien crocante, con queso a lo loco y a veces algún relleno extra. Se compra en la esquina o en el puesto de confianza. Bendición total.
"Salimos del bar y yo ya iba viendo estrellitas, pero me salvé con una dobladita bien crocante, con queso chorreando, ahí en la esquina del parque."