Se dice cuando alguien se anda agrandando, presumiendo de más o dándose importancia como si fuera la mera mera, aunque la realidad no lo respalde. Es como echarse flores, pero con ese toque de burla, tipo: bájale dos rayitas, compa. Muy de cotorreo para aterrizar al que se cree mucho.
"Ya deja de echar crema, compa, si tu equipo nomás va a hacer el ridículo otra vez en el torneo y ni a liguilla llega."