Se usa cuando alguien se suelta contando chismes bien sabrosos, llenos de detalles escandalosos y jugosos, no solo el chisme básico. Es el momento en que las tías, las comadres o las amigas se sientan con el cafecito y empiezan a soltar todo el chisme adornado. La verdad, cuando alguien echa el chisme florido, el chisme se disfruta más.
"Fuimos a la carne asada con la familia y mi tía Lupe se dejó ir echando el chisme florido de la vecina, que hasta mi abuela se quedó con la boca abierta y el taco a medio morder"