Se dice cuando alguien se pone a ayudar o a chambearle a algo, pero más por compromiso que por gusto. Es como echar la mano a regañadientes, cumpliendo para que no te estén friegue y friegue. No implica que lo hagas mal, solo que vas con flojera y cara de ya vámonos.

"Ahí va Juan a echarle la vara en la tiendita del suegro, acomodando refrescos bien serio, como si le debieran la quincena y todavía le pidieran sonrisa."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!