En el Cauca se usa para hablar de cuando te mandan para la finca a trabajar duro, casi siempre como castigo o escarmiento. Es la típica amenaza de abuelita o de papá cansado del desorden en la casa. Entre gallinas, marranos y café, uno aprende rapidito a no hacerse el loco, y la verdad es que funciona bastante bien.
"Parce, siga tirando pereza y verá que su mamá lo manda pa'l pueblo a echar granjazo con el tío, a ver si así deja de vivir pegado al celular."