En Nuevo León se dice cuando alguien se avienta un rollo larguísimo y no suelta el tema, como si trajera carrete infinito. Es hablar de más, dar mil vueltas y alargar la plática hasta desesperar a la raza. No es que esté contando tacos de comida, es puro verbo y cero final. Y sí, cansa.
"Ya vámonos, compa, que el Pepe anda echando mucho taco con lo del jale y ni ha llegado a lo bueno, puro rollo."