Se usa cuando alguien está exagerando bien machín una historia, adornando de más lo que pasó para que suene más dramático o más épico. Es como cuando te emocionas con la salsa en los tacos y terminas sin sentir la lengua. Básicamente es decir que ya se pasó de lanza con la exageración, aunque a veces hasta da risa.
"No manches, el vato dice que casi explota el carro y nomás se le ponchó una llanta, ya le está echando más salsa al perro bien sabroso."